martes, 12 de abril de 2011

ADIÓS

No hay olas
en este mar de asfalto,
y el crepúsculo de las farolas
nos bautiza con su penumbra,
no hay estrella polar
que guíe mis pasos hacia ti
en este mar de sombras.

No hay tiempo para la amistad
en este mar de prisas,
ni gaviotas alborotando
por unas migas de pan,
aquí sólo hay desolación
todo es de un gris
intensamente frío,
la gente corre
sin saber a dónde
sin saber por qué.

No hay piedad
en este mar de angustias,
porque ella nos espera
en cualquier lugar
a cualquier hora
y nos traslada al mar de los ausentes.

No hay olas
en este mar de cruces
en este océano de flores
donde mi cuerpo se pudre
len
ta
men
te.

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