miércoles, 15 de junio de 2011

NADIE ME ENSEÑÓ

Nadie me enseñó a vivir si ti,
a caminar solo
la senda de las flores,
a recibir de tus manos
sin sonrojarme
el tallo de una rosa,
mientras la luna
amparándose en la noche
dibujaba corazones en tu falda.

Nadie me enseñó
a pasar tantos días sin verte
ni a fingir que ya no siento nada,
que hagas lo que hagas
eres agua pasada,
que no mueve molinos
ni cura ya mi alma.

Nadie me enseñó
a escribirte versos,
por eso hoy me pierdo
intentando olvidar
lo mucho que te quiero,
que te amo como un niño
a corazón abierto,
que muero en tu ausencia
cada día un poco,
buscando en tu regazo
la fuerza y la razón
que impidan
que yo me vuelva loco.

Nadie me enseñó
que más allá de ti...
existe otra vida.

UN SER MARAVILLOSO

Aprieta fuerte mi mano
y partiré en paz.
No sufras por mí, no llores
recuerda que a tu lado
siempre fui feliz.

En silencio
apretamos nuestras manos
poco a poco, las suyas
fueron perdiendo fuerza,
sus ojos
que me miraban fijamente
se fueron apagando
y un manto de bienestar
envolvió todo su cuerpo.

De pronto
sus ojos se abrieron nuevamente,
intentaba verme
me buscaba,
pero supe que ya era imposible
y su mirada se perdió
en la fría habitación.

Aprieta fuerte mi mano
y partiré en paz,
repetía una voz en mi interior.

Apreté su mano por última vez
después besé su rostro ya frío
y sintiéndome roto
le dije adiós
al ser más maravilloso
que jamás he conocido.